NOS ESTAN ROBANDO NUESTRO SALARIO
El
salario que recibimos los trabajadores y trabajadoras está compuesto por dos
parámetros: uno es el salario directo que se nos entrega con la nómina, y la
otra forma es el salario diferido, que pagamos con los descuentos en la nómina
y se nos entregaba por parte del Estado en forma de servicios a la ciudadanía,
sin discriminación, para así realizar el reparto de la riqueza a través de
educación, sanidad, asistencia social, medicina, prestaciones, transporte
público, etc.
Desde que comenzó la crisis y las
privatizaciones nos están reduciendo parte de las prestaciones que recibimos
por parte del Estado en forma de salario diferido, por no hablar de los
salarios directos, que se han congelado o disminuido a pesar del constante
aumento de precios.
Desde
siempre la obsesión de la patronal ha sido la apropiación de las plusvalías
generadas por trabajadoras y trabajadores, pero ya hace tiempo que se dieron
cuenta de que podían apropiarse de las plusvalías que generaban los servicios
públicos que prestaba el Estado, financiados con nuestro propio salario; de ahí
vienen las privatizaciones del sector público, con la frase de que “la gestión
privada es más eficaz” y lo estamos comprobando con la crisis que han generado,
donde la gestión privada de las finanzas ha hecho aguas y nos está llevando a
la ruina, mientras sigue enriqueciendo a quienes participan de forma directa o
indirecta en esas privatizaciones.
En
este periodo de tiempo en el que nuestro salario tanto directo como diferido ha
disminuido, la clase empresarial especulativa-financiera ha aumentado sus
rentas desde el comienzo de la crisis, y ampliado sus patrimonios en las SICAV
(tributan al 1% en el impuesto de sociedades en lugar del 30% y son un mecanismo de evasión de impuestos de
las grandes fortunas) y paraísos fiscales. El aumento de las rentas de las
personas con mayor riqueza es proporcional a la disminución de las rentas de
trabajadoras y trabajadores, está habiendo un trasvase de rentas del trabajo a
las rentas del capital, los ricos cada día más ricos y las pobres cada día más
y más pobres.
Todo
ello no ocurre porque sí: en este país hay dinero para solucionar los problemas
sin recortar en las prestaciones del Estado: el problema es el Sistema en sí,
donde en lugar de acudir a recaudar a las grandes fortunas y los responsables
de la crisis, el gobierno del Sistema, la TROIKA, se fija la reducción de los
servicios que presta el Estado para así hacer negocio con nuestros servicios
educativos, sanitarios, etc. Y por otra parte, nos responsabilizan por nuestros
salarios, reduciéndolos desde el comienzo de la crisis en un 20%, buscando
rebajar los salarios de trabajadoras y trabajadores europeos a niveles tercermundistas.
PAGAMOS MÁS Y RECIBIMOS
MENOS